'Exile on Main Street' -The Rolling Stones
(Virgin, 1972)
Este doble disco que los Rolling Stones publicaron en 1972, un remolino de blues y boogie, “fue el primer álbum grunge”, aseguró orgullosamente el guitarrista, Keith Richards, en 2002. Pero detrás de la densidad deliberada (las peleas de guitarras de Richards y Mick Taylor, la lascivia de la máquina rítmica de Bill Wyman y Charlie Watts y los ladridos de animal enjaulado y crooner atormentado de Mick Jagger) está el mejor disco de los Rolling Stones y la declaración definitiva de orgullo de forajidos de Jagger y Richards como compositores. En la existencial Tumbling Dice y la exhausta belleza country de Torn and Frayed, se escucha, literalmente, a los Stones en el exilio: trabajando en la villa de Richards en el sur de Francia, huyendo de la censura mediática, de la policía anti drogas británica (Jagger y Richards ya habían visto el mundo desde detrás de unos barrotes) y de los onerosos impuestos de su país. La música es una locomotora a toda velocidad, pero también tiene un swing con un propósito claro (la supervivencia incondicional) en Rocks Off y All Down the Line. Como explicó Richards, “los Stones ya no tienen casa, pero todavía pueden mantenerse unidos. Nos tiren lo que nos tiren, aún podemos improvisar, salir de ello”. Un buen ejemplo: Richards grabó la alegre Happycon el productor Jimmy Miller a la batería y el saxofonista Bobby Keys mientras esperaba que el resto de los Stones aparecieran por el estudio. Exile on Main Street son los Stones en su mejor faceta revolucionaria, armados con el blues, jugando para ganar.