1. The Beatles - 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band' (Capitol, 1967)
El Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band es el disco más importante de la historia del rock & roll, una aventura jamás igualada en planteamiento, sonido, calidad de las composiciones, arte de portada y tecnología de grabación. Y todo ello ejecutado por el mejor grupo de rock de todos los tiempos. Desde la regia explosión de guitarras del tema que da título al disco, al rapto orquestal con el acorde de piano que se extiende hasta apagarse al final de A Day in the Life, los 13 temas de Sgt. Pepper’s son el punto álgido de la discografía de los Beatles. Lennon, McCartney, Harrison y Ringo Starr nunca se habían atrevido a tanto.
Editado en el Reino Unido el 1 de junio de 1967, Sgt. Pepper’s también es la declaración de cambio definitiva del rock. Para los Beatles supuso el adiós a los trajes a juego, las giras mundiales y las grabaciones de cadena de montaje. “Estábamos hartos de ser los Beatles”, dijo McCartney décadas más tarde. “Ya no éramos chicos, éramos hombres… Artistas, no intérpretes”.
Al mismo tiempo, Sgt. Pepper’s marcó el comienzo de una época inolvidable de esperanza, convulsiones y logros: los últimos años de la década de los sesenta y, en particular, el Verano del Amor del 67. Con su instrumentación iridiscente, sus letras fantasiosas y la espectacular carátula, definió el opulento optimismo revolucionario de la psicodelia y extendió el evangelio del amor, el ácido, la espiritualidad oriental y las guitarras eléctricas por todo el mundo. Ningún otro disco de esa época, ni de ninguna otra, ha tenido un impacto tan inmediato y enorme. “Paul y yo por fin estábamos trabajando juntos”, confirmó Lennon. Ringo Starr: “Fuera quien fuera quien tuviera la mejor idea, se usaba. Nadie se dejaba llevar por su ego”. Neil Aspinall, uno de sus asistentes, les sugirió que retomaran el tema que daba título al disco antes del grandilocuente final con A Day in the Life para completar el concepto teatral del álbum: un concierto imaginario de una banda ficticia, interpretada por los Beatles. Las primeras notas se grabaron el 6 de diciembre de 1966: dos tomas de When I’m Sixty Four. Pero la auténtica fecha de nacimiento de Sgt. Pepper’s es el 29 de agosto de 1966, cuando los Beatles dieron su último concierto en San Francisco. Ya habían hecho historia en el estudio –Please, Please Me (1963), Rubber Soul (1965),Revolver (1966)– pero en medio de giras agotadoras. Ahora, liberados de la presión de la carretera, se sentían libres para ser una banda, alejados de la histeria de la beatlemania. McCartney fue un paso más allá. De camino a Londres en un avión que le traía de unas vacaciones en Kenia, se le ocurrió la idea de hacer un disco con los Beatles disfrazados, un grupo que fuera su alter ego y al que bautizó Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band [El club de los corazones solitarios del sargento Pimienta]. “Intentábamos ser otros”, dijo McCartney. “Eso nos liberó: si no eras tú, podías hacer cualquier cosa”.
De las 700 horas que los Beatles pasaron en el estudio entre finales de 1966 y principios del 67, sólo tres estuvieron dedicadas a completar la elegante ensoñación de Lucy in the Sky with Diamonds. A Day in the Life, el tema más complejo, se grabó en sólo cinco días (la parte de piano se registró con tres instrumentos tocados al mismo tiempo por diez manos: las de Lennon, McCartney, Starr, el productor George Martin, y el roadie Mal Evans). Ningún miembro del grupo participa en el sermón sobre materialismo y fidelidad que Harrison interpreta con el sitar en Within You Without You, pero tuvieron la habilidad de colocarlo en el punto intermedio del disco. Una pausa para la meditación en medio de la indulgente explosión de júbilo del conjunto. En palabras de McCartney, “el disco somos nosotros dando un buen espectáculo”. El espectáculo sigue para siempre.
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